El lenguaje literario es, básicamente, la lengua escrita
estándar en la que se introducen palabras poco usuales (cultismos, voces
inusitadas, extranjerismos, arcaísmos, etc.) y que se somete normalmente a una
voluntad de forma. Por una parte, tiene muchos rasgos que lo acercan a la lengua
escrita culta; pero por otra, es frecuente que aparezcan en él giros coloquiales
y hasta vulgares, para producir ciertos efectos expresivos.