Respuesta :

Don Santos, un viejo lisiado, que usa una pata de palo. Es tiránico y malhumorado, y obliga a sus nietos a ir a las calles para recolectar comida para su cerdo, al cual engordaba para venderlo. No le interesa la salud ni la buena alimentación de sus nietos, a quienes envía a la calle descalzos y expuestos a todos los peligros y enfermedades. Su único interés es el lucro. Es el típico representante del opresor capitalista que no le importa en absoluto la salud Su fin, sobreentendido como víctima de su propio cerdo, da un final de ironía macabra al relato.

Los hermanos Efraín y Enrique, nietos de don Santos a quien deben obediencia a cambio de un paupérrimo abrigo y una miserable comida. Ellos son los “gallinazos sin plumas”, pues al igual que esas aves carroñeras andan rebuscando los basurales en busca de alimento Ambos terminan enfermándose pero aun así don Santos insiste en que sigan trabajando

El cerdo Pascual, un animal al que don Santos se obsesiona por cebar (engordar) para venderlo. Es insaciable; cada día reclama más comida, pero al no recibirla empieza a enloquecer. Es una representación de la sociedad de consumo.

El perro Pedro, pequeño, chusco y sarnoso, que los hermanos adoptan como mascota. Le enseñan a llevar piedras en la boca. Terminara por ser muerto a varazos por el abuelo, siendo su cuerpo arrojado como alimento para el cerdo. El cariño que sienten los hermanos por este animalito contrasta con la actitud del viejo hacia sus propios nietos.