Respuesta :

Todos tenemos la necesidad de relacionarnos y de convivir con mas personas para satisfacer todas nuestras necesidades, pero para que pueda haber una buena convivencia debe haber factores (valores) que permitan una buena relación para que no sea primitiva, por ejemplo, debe haber respeto, cooperación, comprensión, etc.

  Aprender  a convivir ya sea solo o con alguien mas, es un gran reto, si se convive con alguien mas se aprende de la diversidad, escuchando, ayudando y compartiendo ideas mutuamente; si se convive solo, también hay normas morales y sociales que hacen comportarte de una manera civilizada para luego, poder convivir con la sociedad.

Existen varios puntos de vista respecto de la personalidad humana, entre los que sobresalen los de Sigmum Freud, Erich Fromm y el de Ignacio Martín Varó.

"No hay individuo sin sociedad". ¿Pero puede haber sociedad sin individuo? La verdad es que una sociedad surge cuando un individuo se hace cargo de su personalidad y comienza a interactuar y relacionarse con otros individuos que a su vez también hacen lo mismo, en cualquier medida y formas.

No podemos despersonalizar al individuo ni personificar a la sociedad. La sociedad no puede ser tomada como un individuo, en el que cada ser conciente es una parte de él, y trata de adentrarse y componerse para echar mano de sus recursos y así ser transformado por él de manera arbitraria, sino que la sociedad es la suma de los individuos que la integran.

Cada persona es un ente individual integrado y responsable en sí mismo. Por esto, el tema que se aborda deberá partir del propio ECRO (Esquema Conceptual Referencial Operativo) de cada individuo.

2.- Desarrollo crítico del tema:

En el "radical individualismo" de Freud, la sociedad o el individuo son productos de las pulsiones, es decir que la norma surge desde adentro de la persona y se repite en la cultura o medio ambiente social.

Para Freud, las pulsiones sexuales ayudan a formar la sociedad, pues, aunque el niño las va desarrollando personificadamente, de pronto, la sociedad lo reprime, y cuando percibe que no puede liberarlos totalmente, porque ocasionaría el desequilibrio del hombre y la comunidad, se crea el malestar social y consecuentemente, un nuevo producto cultural que va influir sobre las personas.

En sus escritos, Erich Fromm nos dice que el hombre vive buscando su propia felicidad en los otros, el medio ambiente, idealizando su bienestar en la sociedad, y a esto lo denomina "dicotomía existencial del hombre".

Ignacio Martín Varó (salvadoreño que vive en un ambiente social muy hostil), ve que las "normas" (impuestas por la sociedad) se internan en el individuo y que los estímulos sociales se consolidan en disposiciones duraderas, que a su vez influirán la conducta social.

Prácticamente, estos dos filósofos tienen una postura ambientalista y por eso utilizan una "investigación experimental", con "métodos experimentales". Por estas técnicas el investigador manipula algunos eventos y circunstancias, y luego en el individuo, mide los efectos en su conducta o el impacto causado en él.

Dentro de esa visión, el sujeto es una variable dependiente y el medio ambiente una variable independiente.

En la explicación de las dicotomías existenciales, Fromm nos asegura que el hombre busca satisfacer su necesidad religiosa (como si esta fuese una carencia o mecanismo de compensación por el que el individuo trata de mejorar su temperamento y carácter y así ir formando él mismo, por su esfuerzo particular y por los caminos particulares que le plazcan, su individualidad). El concepto de religión lo cambia por espiritualidad para indicar la búsqueda mas profunda del ser humano, como dependiente sustancial de lo superior y universal.