Resumen de la Rebelión de Juan Santos Atahualpa
Juan Santos Atahualpa fue un mestizo descendiente de la nobleza incaica
que en 1742 se sublevó con el objetivo de expulsar a los españoles y
restaurar el Tahuantinsuyo, pero integrando a los negros y mestizos.
La rebelión estalló en la región del Gran Pajonal (selva central) donde
los nativos ashaninkas, shipibos, conibos, piros y shiriminques estaban
hartos de la opresión española, la que se iniciaba con los misioneros
franciscanos y se extendía con la llegada de autoridades y militares
desde Lima. Con el apoyo de los curacas del río Perené estableció su
cuartel en Quisopango (cerca de Chanchamayo).
Al enterarse, el virrey Marqués de Villagarcía ordenó que tropas de
Jauja y Tarma ataquen a los rebeldes y capturen a su líder. Sin embargo,
a fines de 1742 después de sangrientos combates los soldados realistas
retrocecdieron y se refugiaron en Jauja. En 1745, la Corona envió como
nuevo Virrey al Conde de Superunda, quien también ordenó atacar al Inca,
pero sus tropas también fracasaron. Entonces, ordenó fortificar los
pueblos cristianos cerca de la frontera para defenderlas de los rebeldes
selváticos.
Mientras tanto, Juan Santos Atahualpa organizó un gobierno en la región
liberada y preparó sus fuerzas para acometer sobre Tarma y Jauja, pasos
previos rumbo a la toma de Lima, la capital del Perú. En 1752, el Inca
avanzó hacia Jauja y logró tomar Andamarca, pero no logró que los
curacas serranos se sumen a la rebelión. Alertado de la cercanía de
nuevas tropas coloniales se replegó hacia sus bastiones en el Gran
Pajonal.
En 1756 el general español Pablo Sáenz llegó hasta Quisopango sin
recibir ningún ataque. Esto hizo suponer que el Inca había muerto. Poco
después los franciscanos escucharon que “lo habían muerto los suyos”, y
que su cuerpo desapareció “echando humos”. Sin embargo, en la década de
1770 algunas autoridades todavía creían que el Inca seguía con vida en
algún rincón de la Amazonía. Muchos nativos, sobre todo los ashaninkas y
conibos, mantuvieron la esperanza de su retorno por mucho tiempo más.