Respuesta :

El hecho religioso es inseparable de la pregunta sobre el sentido de la vida. Todo hombre necesita respuesta a estas dos preguntas: ¿por qué vivo? ¿Para qué vivo? Si no se acepta la existencia de Dios, el sentido de la vida se ha de agotar, necesariamente, en las realidades materiales; la muerte resulta, entonces, una incógnita insoluble para el corazón humano, que aspira, a la inmortalidad, a la felicidad, y la perfección.No pensar en Dios, como propugna el agnosticismo, deja el problema suspendido en el aire provisionalmente, pero, tarde o temprano, la necesidad de respuesta se hace acuciante, ya que no se puede vivir una vida propiamente humana sin saber por qué y para qué se vive.Sólo la religión, apoyada por el razonamiento filosófico, permite hallar sentido a los interrogantes más profundos del hombre y conocer por qué y para qué se vive. Después, como piezas de un rompecabezas que van encajando sucesivamente, adquieren también sentido las diferentes actividades humanas: trabajo, familia, descanso, oración, alegría, muerte, dolor, etcétera.El hombre necesita legitimar su existencia, que, a veces, es penosa. A esta necesidad subjetiva responde la religión con la realidad objetiva de Dios. Los sufrimientos y golpes del destino son, muchas veces, especialmente apropiados para colocar ante la realidad divina al hombre que se ve entonces en la necesidad de extender su mano hacia una fuerza, que representa para él salvación y ayuda.el sentido de la vida es alabar a dios. Y con esto lograr llegar al mundo venidero.


el sentido de vida para los judios
Cuando meditamos en las fuentes de la Torá, distinguimos que los conceptos Mashiaj y Era Mesiánica, tienen relación directa con las bases y principios del judaísmo. La Era Mesiánica no es solo la promesa de una época feliz, ni solo una parte importante de la Creación, sino el objetivo y finalidad de la Creación en si.